Dos pasajeros se lían a golpes y tiene que intervenir la tripulación. Mientras, otros pasajeros observan asustados, entre los que se encontraban niños pequeños.

Uno de los pasajeros intenta arrancarle la nariz al otro de un mordisco, pero consiguen separarlos. Esta violenta escena ocurrió en un vuelo de Ryanair entre Glasgow y Tenerife.

Desde la compañía dice que no son hechos aislados y que el 85% de sus tripulantes han soportado incidentes con como éste, sobre todo con británicos ebrios.

Destinos del Mediterráneo y Canarias son los puntos calientes. Otro vuelo que cviajaba de Irlanda a Ibiza tuvo que aterrizar en París, por la juerga que llevaban algunos de los pasajeros.

Hay quién luce su borrachera en cabina sin problemas. Otros hasta fuman o buscan la salida antes de tiempo, por donde sea.

Ryanair ya ha prohibido el consumo del alcohol adquirido en el aeropuerto durante el vuelo y los sindicatos de tripulantes piden a la compañía que se limite la venta también en cabina. Todo con el fin de que no se repitan estas escenas y de que el único 'subidón' sea el del avión durante el despegue.