En ocasiones usan moduladores de voz para que no se sepa que son mujeres y las dejen jugar en paz. Todo, para hacer frente al sexismo en las competiciones de videojuegos online.

"Siempre nos han dicho que jugar a videojuegos no es cosa de chicas, igual que nos han dicho que el rosa es de chicas", afirma Ana Olivera, organizadora de competiciones de ESports.

Ellas trabajan en el mundo de los Esports, o deportes electrónicos. Una nueva profesión que se basa en torneos y competiciones internacionales de videojuegos con premios que llegan a alcanzar los 20.000 euros. Aunque no existen restricciones de género, apenas unas cuantas mujeres han conseguido erigirse como ganadoras.

"Hay diferencia salarial porque en los torneos más importantes no vemos equipos femeninos", añade Olivera.

"Equipos femeninos no han tenido oportunidades de meterse en escenas profesionales pese a tener mucho nivel", apunta Laura Muñoz, del equipo femenino Zombie Unicorns.

Anuncios machistas han contribuido a reservar el entorno de los Esports para los hombres. Sin embargo, en España el 44% de los videojugadores son mujeres. Muñoz defiende "crear referentes para niñas que en un futuro quieran competir".

Muchas de ellas tienen que hacer frente al ciberacoso de algunos usuarios que se resguardan bajo el anonimato.

Ana Olivera denuncia que tiene que escuchar comentarios como "has fallado por ser chica". "Es cierto que al final acabas usando moduladores de voz o seudónimos", sostiene María Soldado, creadora de contenido en Twitch. No obstante, ellas siguen luchando por demoler los estereotipos de género.