San Sebastián parecía una prolongación del mar. Gipuzkoa se inundó en media hora y las balsas de agua cubrían las ruedas de los coches que prácticamente no podían circular. Aventura, también para los autobuses, y una cascada que se forma en plena ciudad.

Se inundaron calles, locales y plazas de diez municipios de Gipuzkoa. En Andoain el viento no escatimó y en Azkoitia hubo que pensárselo dos veces antes de poner un pie en la calle.

Llanes también quedó anegado, porque llovió lo que suele caer en un mes. Fueron 56 litros por metro cuadrado. En Puebla de Obando, en Badajoz, 55 litros en media hora provocaron daños en una treintena de viviendas. Aunque, en general las tormentas van a menos, atención a las precipitaciones en Cataluña porque ha llovido con fuerza en Barcelona y la situación podría ser complicada.