En España, las mujeres querrían tener dos hijos pero acaban teniendo solo uno. "¿Por qué hay esta diferencia entre los hijos deseados y los que se tienen? Porque hay un problema de estructura económica y falta de incentivos", afirma Rafael López Rueda, sociólogo.
Una situación que imposibilita a las mujeres cumplir con sus expectativas. En este sentido, Rafael López Rueda indica que "mucha gente con 40 años todavía vive en una situación precariezada".
"Si no tienes asegurado un trabajo, si crees que el día de mañana te van a echar, y si, además, si hay una ausencia de redes... eso genera un miedo a nivel individual a la hora de embarcarte a tener un hijo", declara Noemí López Trujillo, periodista de 'Newtral' y autora de 'El vientre vacío'.
"El reloj biológico va por un lado y el reloj social económico va por otro"
Esto se convierte en un círculo vicioso que obliga a aplazar el deseo. Silvia Aranclares, que retrasó la maternidad a los 43 años, cuenta que "el reloj biológico va por un lado y el reloj social económico va por otro".
Dos relojes completamente desacompasados que dificultan el camino hacia la maternidad. "Nos hemos creído que éramos jóvenes, pero nuestros cuerpos, úteros, nuestras hormonas seguían el reloj milenario que dice que a los 35 tu fertilidad empieza a decaer seriamente", señala Aranclares. Por su parte, Noemí López Trujillo afirma que "las mujeres que quieren tener hijos y no pueden, lo viven como un duelo anticipado".
La necesidad de implementar políticas familiares
Los expertos coinciden en la necesidad de implementar políticas familiares. "Tener hijos cuesta dinero y todo aquel dinero que no pueden poner las clases medias y, sobre todo, las clases medias bajas, lo tiene que poner el Estado", reclama Rafael López Rueda.
Para Pablo Simón, politólogo, "es el entorno el que está deprimiendo la fecundidad en España". Y un dato, de mano de Simón: "Los inmigrantes vienen a España con cuatro o cinco hijos, pero cuando llegan aquí se acomodan". Circunstancias que no evitan que la natalidad siga en caída libre.
Otro gasto más
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