En abril de 2017, 120 familiares firmaron un escrito exponiendo problemas de nutrición, asistencia e higiene. Este documento fue enviado al grupo Los Nogales y a la Comunidad de Madrid. El grupo no respondió, pero sí la Comunidad. En un otro documento sellado por ellos se deja claro que se ha recibido la queja y que se va a investigar.

"Se avisa de cuándo es la inspección y ese día todo funciona mejor", asegura Francisco Polonio, que denuncia malos tratos a su madre.

En agosto de 2017 tras la inspección, la Comunidad de Madrid asegura que allí no pasa nada. Es ahora cuando se abren dos expedientes, se pone una multa y se piden sanciones más altas, incluso la inhabilitación de la directora. Dicen que hasta este momento no tenían conocimiento de los malos tratos en la residencia porque lo que se habían denunciado eran cosas distintas.

Ahora, han realizado una nueva inspección. "Los técnicos han visto que se escondía la información en los cajones, nos lo han ocultado", ha dicho Pedro Rollán.

Los familiares siguen culpando a la Comunidad. "Nos dijeron que todo estaba perfecto, la Comunidad tiene mucha culpa de todo esto", apunta Pilar Morales, una de las denunciantes.

"Es una residencia concertada y tenían que haber tomado cartas en el asunto", subraya Mari Carmen Jiménez, una de las denunciantes.

Desde la residencia también sostienen que no sabían nada de malos tratos, pero Francisco muestra los escritos que él presentó a la dirección. En ellos comunica que su madre tiene hinchazones, hematomas y que ocurren con frecuencia. Solicita las imágenes de las cámaras de seguridad y escribe hasta una decena de quejas. A pesar de eso, una de las trabajadores continuó trabajando allí hasta el 10 de abril.