Al menos 26 personas han sufrido una intoxicación con MMS tras ingerirlo como remedio al coronavirus en los últimos meses. Curanderos como Josep Pàmies ya quisieron ofrecer este supuesto producto milagroso como remedio al cáncer o al autismo infantil, pero, ¿qué es realmente el MMS?

La Agencia Española del Medicamento alerta: puede dañar gravemente el hígado o los riñones. Y es que el MMS, lejos de ser un remedio comprobado científicamente, es dióxido de cloro disuelto en agua.

La ciencia dice, porque sabe de química, que el dióxido de cloro es un ingrediente para desinfectantes industriales y que beberlo es básicamente tragar lejía. Uno de los mayores defensores de este diluido tóxico es Josep Pàmies, a pesar de que la ciencia lo rebate, amparada por el Instituto nacional de Toxicología de España, su versión alemana, estadounidense, francesa o canadiense.

En palabras de José Luis Conejo, jefe del Servicio de Información Toxicológica del INT, "este producto no cura. No es de uso curativo, es de uso de desinfectante de superficies".

Según sus defensores, el MMS destruye las bacterias y patógenos sin dañar las células, pero según han podido comprobar diversos científicos internacionales, en el mejor de los casos provoca vómitos y diarrea, y en el peor un edema cerebral o pulmonar.

Las pruebas remiten que no hay ninguna persona en el mundo que haya demostrado haberse curado de Covid con esta 'pócima'. Sin embargo, durante los meses de confinamiento 26 personas llamaron al servicio de información toxicológica por haberse intoxicado con ella. Más del triple en cuatro meses que en todo el 2019.

Quienes defienden sus beneficios afirman que es un medicamento patentado y apto para usarse en hospitales. Sin embargo, la ley insiste en que no sólo eso es falso, sino que además es un medicamento ilegal.