Las patrullas de vecinos han salido a la calle para alertar del aumento de la inseguridad en ciertas ciudades. Se han manifestado con panderetas, cacerolas y silbatos y protestan contra el incremento de peleas y robos con violencia en sus respectivos municipios.

"Cuesta mucho movilizar a las personas. Cuando hemos llegado a este punto, es por algo", ha señalado una vecina. Estos grupos ciudadanos han podido verse en localidades como Barcelona, Badalona, L'Hospitalet o Zaragoza.

Esta misma semana, decenas de vecinos se han congregado en el barrio Bèsos-Maresme, en la ciudad condal, para manifestarse contra la construcción de un albergue para menores extranjeros no acompañados. "Aquí es donde nos quieren meter los barracones para meternos a los 600 'menas'", ha señalado una mujer.

Se quejan de ruidos que les impiden dormir, de la presencia de basuras y plagas en las calles, y de las peleas continuas que viven sus barrios. "Estamos amenazados, ha habido agresiones. Ya no podemos más. Las instituciones nos abandonan", ha afirmado un vecino de Zaragoza.

En Twitter y Facebook cada vez hay más cuentas que alertan sobre peleas y robos con violencia, y los ciudadanos piden que la Administración se tome más en serio el problema.

Sin embargo, los Mossos d'Esquadra se han mostrado en contra de que los vecinos formen estas patrullas en las calles, un trabajo que les corresponde a ellos. "Se ha incrementado en la ciudad de Barcelona en un 80% su actividad policial. Las detenciones en estos fenómenos están incrementando", ha declarado su director general Andreu Martínez.

Por su parte, la alcaldesa de Barcelona Ada Colau ha criticado el "alarmismo" generado por el Partido Popular y Ciudadanos. También ha insistido en que "la seguridad ciudadana es por ley competencia de la Generalitat".

La política ha declarado que el despliegue de "patrullas ciudadanas" para frenar a los carteristas "no es el camino" y ha reclamado "prudencia", ya que "esto no puede ser la ley de la selva". En esta línea, asociaciones como SOS Racismo advierten de que estas patrullas, en algunos casos, pueden alimentar la xenofobia.