Un joven pretendía estafar 150.000 euros al seguro pero fue pillado in fraganti por los detectives que contrató su aseguradora: le grabaron dado brincos, subiéndose a la barrera y jaleando a un toro en los encierros de su pueblo. Se podía agachar o conducir una moto pero le dijo al seguro que tenía una lesión en la rodilla y en el tobillo que le impedía trabajar.

Otro hombre reclamaba 158.000 euros e incapacidad permanente por vértigos y fuertes dolores de cuello, que curiosamente no le impedían cargar a pulso con un sofá.

Seis de cada 100 siniestros de coche son falsos y sus fraudes los pagamos todos. "Cada asegurado del seguro del automóvil en España viene a pagar unos 30 euros de más por la existencia de fraude", señala Francisco Valencia, director del Gobierno Corporativo de Línea Directa.

Hay auténticas mafias especializadas en estafar a los seguros, se han detectado más de 400 y se han multiplicado por 152 en cinco años. Están organizadas y peligrosas simulan lesiones y accidentes perfectamente planificados.