Las lluvias de estos días en Galicia y Cantabria no solventan los problemas de sequía. Lo único positivo será ver reverdecer los pastos necesarios para el ganado, pero poco más.

Este mes de noviembre en Vigo por ejemplo ha llovido solo 65 litros por metro cuadrado, lo habitual es 246. De hecho, la media de lluvia en todo el otoño en la zona es de 550 litros por metro cuadrado y este año se ha registrado sólo una cuarta parte (150 l/m2).

Con este panorama, las cuencas gallegas acaban de registrar el mínimo histórico, es decir, nunca antes han tenido tan poca agua.

La cuenca del Miño-Sil registra esta semana el 38,02% de su capacidad, su mínimo histórico anterior era de 42,66%. Más preocupante es la situación del Duero, que está al 29,6%, diez puntos menos que su mínimo histórico anterior del 38,9%.