Normalmente, el agua de las lagunas de Villafranca de los Caballeros, en Toledo, alcanzaría los tres metros y medio de altura. Sin embargo, el panorama actual es muy diferente.

La falta de lluvias y las altas temperaturas han dejado la tierra completamente árida. Una escasez de precipitaciones que ha afectado en gran medida a la biodiversidad de la zona.

Especies como la garza imperial o el somormujo son algunas de las aves que ya no pueden parar en las lagunas de Villafranca de los Caballeros en su migración hacia África.

Esta zona solía ser un lugar de recreo y veraneo para las familias de los pueblos cercanos. Pero la sequía actual impide que nadie disfrute de estas históricas masas de agua.