Veloces llegaban los bomberos a la fábrica que hace solo dos minutos antes había reventado y de pronto una nueva explosión, aún más fuerte, les sorprende justo cuando se disponen a entrar.
Los bomberos rodaron por el suelo, algunos de ellos como José Ramón, se arrastran para intentar salvarse: "Me escondí debajo del camión de bomberos porque me cayó un bloque de hormigón a 20 centímetro y cuando vi ese bloque lo primero que hice fue intentar protegerme" ha declarado el jefe de bomberos de Arganda del Rey.
Entre la humareda, los trabajadores de la fábrica escapan corriendo. Los bomberos esperaron solo unos instantes y rápidamente volvieron a la carga para sofocar el incendio que en un principio les sobrepasa.
"Estaba desbordado, mis compañeros estaban desbordados, porque aquello era muy grande, muy grande para una dotación de siete bomberos que fue el primer equipo que llegó" ha añadido el Jefe del parque de bomberos de Arganda.
Afortunadamente, los refuerzos no tardan en llegar y la fábrica queda vacía sin que tengan que entrar en ella.
"Gracias a dios salió todo el mundo pero tener que meter a más gente allí hubiese sido demasiado arriesgado" señala José Ramón.
Tanto fue la el fuego, que han tenido que pasar cinco días para que los expertos en incendios de la investigación hayan podido comenzar a trabajar en la fábrica.
La temperatura de los rescoldos es tan elevada, que aún no se ha logrado llegar al foco inicial de la explosión y del incendio.
Un paso esencial para conocer las causas de un fuego que deja sin aliento hasta a quienes llevan décadas jugándose la vida entre las llamas.