Su corazón ahora late
fuerte dentro de su pecho, pero no nació así, sino con el órgano fuera de su
cuerpo. Una malformación muy extraña de altísima mortalidad.
La sacaron un mes antes
de tiempo mediante cesárea en un hospital del Reino Unido. Rápidamente
cubrieron su corazón expuesto para tenerlo en un entorno estéril. A los 50
minutos, estaba estable como para someterse a su primera operación para meterle
dentro el corazón.
En la segunda hicieron
más hueco para encajarlo bien. En la tercera, le han cubierto el órgano con una
malla protectora y le han quitado piel del brazo para ponerla en el pecho. Como
la pequeña ha nacido sin esternón, ni tampoco costillas que resguarden al
corazón, la ciencia le dará la protección extra. "Una protección a través de una impresora 3D, algo
plástico o orgánico que pueda crecer con ella", explica Frances Bu'lock,
cardióloga pediátrica del Hospital Glenfield.
Hasta entonces, el cartel que la acompaña lo dice todo: "Cuidado, mi pecho aún está abierto". A la pequeña Vanellope le queda aún un largo camino por recorrer.