La impresionante imagen, una de las primeras de la tromba de agua, la grabó el hijo de María desde su balcón. Desde allí escucharon unos gritos, que venían de la casa de al lado.

"Escuché gritos y le dije a mi hijo que un hombre estaba pegando a una mujer", señala esta vecina. Pero cuando iba a llamar a la Policía la imagen era bien distinta. "Estaban intentando salvar a esta señora de su casa", añade.

Este viernes recordaban ese momento, ya con una sonrisa. Ellos ayudaron a que la cifra de muertos no fuera mayor. En total, salvaron a siete personas, con ayuda de una cadena.

Toni sufrió la angustia mientras estaba camino de San llorenç. "Mi mujer y mis hijas estaban atrapadas en el tejado, y ahí fue cuando perdí la conexión con ellas", recuerda. No volvió a hablar con ellas hasta cuatro horas después, ya por fin todos a salvo.

Fueron momentos de muchísima tensión, de asistir impotentes a la entrada del agua en las casas o de verse arrastrados por la corriente.

Pero también, afortunadamente, de historias felices: "Sobrevivieron una señora de 90 años y su hija, no sé ni cómo lo hicieron". Aunque cuesta imaginarlo viendo cómo ha quedado su casa.