El hijo de Charu tiene autismo. A los cuatro años le concedieron el certificado de discapacidad. "Gracias al certificado de discapacidad él puede acceder a terapias, con lo cual, hay una mejoría", declara Charu Prendes. Su certificado era revisable y a los seis años no se lo han renovado.

"Ven que van mejorando y entonces se lo quitan. Lo cual pues nos deja como estábamos. Una familia desamparada porque primero le das todas las ayudas y luego igualmente se las quitas", explica Gema Trelles, psicóloga de la Asociación Asperger de Asturias.

La familia ha perdido la ayuda por un hijo a cargo, la beca de necesidades especiales para educación y los descuentos por familia numerosa. Presentaron una reclamación ante los tribunales que fue desestimada.

"Como no estamos conformes con ese fallo de ese juzgado de primera instancia ahora mismo estamos ante el Tribunal Superior de Justicia con un recurso", afirma el abogado Borja Álvarez.

Algo que choca con lo que sí les concedieron: una dependencia de grado tres. "Por un lado estamos diciendo que requiere una atención y una supervisión muy intensa y por otro lado nos están diciendo pues que no tiene suficiente necesidad como para otorgarle certificado de discapacidad", añade Trelles.

Acceder a estos certificados muchas veces es difícil para las familias. "La última ley es del año 2000. Llevamos 18 años sin hacer ninguna modificación en la ley. Otra dificultad que nos encontramos es la falta de conocimiento sobre síndrome de Asperger en general de los profesionales", destaca Gema Pallarés, trabajadora social de la Asociación Asperger Madrid.

Desde el Principado de Asturias no han querido opinar y dejan la decisión en manos de la justicia.