Primera semana de enero y la estación de esquí de Segovia parece un solar. Ni rastro de nieve. Tampoco pueden fabricarla de forma artificial, pues las temperaturas están por encima de 0 grados; contratiempos atmosféricos que dificultan su rentabilidad.

"Generalmente, las estaciones de esquí no son rentables, salvo unas pocas y que tengas actividades complementarias", explica Ángel González, director de la estación de Esquí La Pinilla.

Y a falta de nieve, en esta estación se reinventan. Han construido otras pistas en la montaña para el descenso en bicicleta. "Para nosotros ya no es una actividad residual, sino complementaria. Supone un 40% de facturación de la nieve", precisa Ángel.

La ubicación geográfica de España en el mapa global tampoco ayuda a las estaciones. "El problema que tenemos en España es que la temporada de nieve dura poco. Cuando más nieve tenemos es en febrero y marzo, por lo que el resto de meses de invierno es difícil sacar rentabilidad", explica Isabel Zubiaurre, meteoróloga de laSexta.

En Sierra Nevada, en cambio, sí están de enhorabuena. Este año las nevadas se han anticipado. Pero sólo con la nieve no es suficiente. Buscan más formas de hacer rentable el negocio.

"Ofertas, precios, industrias secundarias y las actividades paralelas a la nieve son lo que hace que un centro como Sierra Nevada pueda ser Rentable", señala Santiago Sevilla, miembro del equipo de comunicación de Sierra Nvada.

Mientras en Sierra Nevada disfrutan, el resto de estaciones españolas prevén que a finales de enero la situación pueda mejorar.