Ambiente caldeado en el Coliseo de Palma de Mallorca, que ha acogido la primera corrida de toros en dos años después de que el Tribunal Constitucional tumbara la ley que prohibía herir o matar a estos animales en Baleares.

"Tenemos tres manifestaciones taurinas y a ver si somos mucha gente y los callamos", explica una mujer, en referencia a los antitaurinos, que protestan por la vuelta de esta práctica a Palma de Mallorca.

"La tauromaquia avergüenza a nuestro país, más del 90% de los ciudadanos no acudimos nunca a un festejo taurino", ha indicado por su parte Laura Duarte, portavoz del Partido Animalista PACMA.

El ejecutivo balear de Francina Armengol prohibió los toros hace dos años y desde entonces lo que se ha podido ver en la citada plaza son los toros 'a la balear': es decir, que no se podía maltratar, herir o matar a las reses, según lo establecido en la norma.

Poco después, el gobierno de Mariano Rajoy presentó un recurso ante el Constitucional, que en 2018 tumbó la ley, posibilitando la corrida nocturna de este viernes, que conmemora los 90 años de vida de la plaza. "Contento no, eufórico", se define un asistente, "para nosotros es un orgullo tener esa gran corrida hoy".

Sin embargo la vuelta de los toros no ha estado exenta de polémica. A las puertas de la plaza se han citado taurinos y antitaurinos enfrentados y la Policía ha tenido que hacer varias identificaciones.