En las imágenes se puede ver como tiran de vacas que ni siquiera se sostienen en pie; están tan enfermas que tienen que arrastrarlas para sacrificarlas. Después viene lo peor porque tienen que cortar los trozos más oscuros: tumores, llagas y úlceras.

Todo fue grabado por un periodista polaco, que se coló disfrazado de carnicero para denunciarlo. Además, no hay veterinarios que supervisen, aunque así lo exige la ley. Son los trabajadores lo que ponen el sello de apto.

De las dos toneladas y media de carne exportadas a otros países europeos, 367 kilos tenían como destino España, concretamente tres puntos de la península: Euskadi, donde ya ha sido localizada e inmovilizada; Madrid, donde la Comunidad asegura que se está trabajando en su retirada; y Baleares, a la que el Gobierno autonómico asegura que la nunca llegó porque la partida se quedó por el camino.

"El riesgo es incierto en la medida en que se trata de animales enfermos y al no saber que enfermedad, por precaución, se retira toda la carne", ha asegurado Enrique García, portavoz de la OCU.

Desde la Comisión Europea informan de que se ha ordenado el cierre del matadero implicado. Hay al menos tres mataderos más investigados en Polonia por hacer lo mismo.