Demasiado frío para presenciar un registro, es lo que ha pensado Jordi Magentí, que no ha salido del coche mientras los Mossos registraban su finca.
Con detectores de metales en mano, los investigadores han peinado la zona. Buscan el arma con la que Magentí podría haber matado a Marc y a Paula. Escarban sobre la tierra en las zonas más sospechosas y vuelven a pasar el detector, así lo han hecho durante horas pero sin ningún resultado.
Los registros tampoco han sido mucho más provechosos, se encontraron dos armas cortas pero, según los Mossos, ninguna está relacionada con el crimen de Susqueda.
Su hijo ha quedado en libertad provisional acusado de tráfico de drogas, hasta los juzgados de Santa Coloma de Farners se ha acercado su hermana para recogerlo. Este jueves será el turno de Magentí. El juez el que decida si hay pruebas suficientes para acusarlo de doble asesinato.