Recorremos la calle general Ricardos de Madrid y encontramos una casa de apuestas, un salon de juegos, otro más, y así hasta ocho centros de juego y apuestas deportivas.

En poco más de más kilómetro de esta calle se concentran seis casas de apuestas y un casino. Lo mismo ocurre en la calle Marcelo Usera. Ocho centros de juego en un kilómetro y medio. Y en Bravo Murillo hasta 12 lugares para el juego y las apuestas. Madrid ha incrementado en un 140% sus casas de apuestas desde 2014.

"En Madrid no existe una separación a distancia entre salones de apuestas. Como están en la zona de los libreros tradicionales, de curtidores, la de los cines en Gran Vía... aquí ocurre lo mismo", Alejandro Landaluce, Director general CEJUEGO.

Los casinos han bajado su clientela y aumentan los centros de apuestas deportivas. Se han desplazado fuera del centro de la capital. Desde la patronal aseguran que nada tiene que ver con el perfil social.

"En la zona centro de la capital el metro cuadrado es muy caro y te tienes que ir a zonas donde es más barato, pero los clientes se trasladan ahí, no son todos los clientes de la zona", añade Landaluce.

Más clientes en las casas de apuestas significa un aumento en los casos de ludopatía. Victoriano lo sabe bien. Ha visto como los ingresos en su asociación para adictos al juego crece desde 2015. Sólo en lo que va de año ya han ingresado 26 personas. Y lo que más le preocupa es la edad.

"Si sus padres se enteran de que han estado apostando, lógicamente les sacan de las orejas y les traen aquí", explica Victoriano Dolado, Presidente Asociación APAL.

A Victoriano le preocupa también que haya casas de apuestas cerca de colegios e institutos. Encontramos uno a menos de 100 metros y otro a poco más de 50.

"Entrar en algunos no pueden entrar pero que casualidad que siempre hay una persona en la casa de apuestas deportivas que se ofrece a que tu hagas la apuesta", añade Dolado.

Desde la patronal aseguran que se intenta controlar la entrada de menores y el fraude en las casas de apuestas. Aunque ocurren ilegalidades. Las casas de apuestas llevan 10 años en la capital de España. Su boom se ha trasladado a todo el país. Desde el año pasado todas las comunidades permiten su apertura y tienen ya su particular regulación.