El monolito que recuerda a las 1.500 personas asesinadas por el régimen franquista y arrojadas a la fosa común de Oviedo ha sido objetivo de un ataque, cuyos autores han arrojado pintura roja sobre el monumento ubicado junto al cementerio de El Salvador de la capital asturiana.

El ataque ha sido denunciado por la Asociación de Familiares y Amigos de la Fosa Común del cementerio de Oviedo, que erigió el monolito en 1986, y que lo considera "un atentado cobarde más de los residuos intolerantes y radicales que aún quedan en nuestro país".

Dicho colectivo condena este tipo de actos que atribuye a quienes "hacen del odio su modus vivendi, con alevosía y sin respeto alguno" por quienes "por pensar de forma distinta y defender la democracia y la libertad fueron ejecutados contra la pared del cementerio por las fuerzas fascistas sublevadas contra un Gobierno legítimo".

La Asociación, que ha presentado una denuncia ante la Policía Nacional, pide además en un comunicado "que el odio irracional de unos pocos no enturbie nuestra búsqueda de la reparación del honor y del nombre de las víctimas inocentes del franquismo".