De tenerlo todo a quedarse sin nada. Vicente perdió su trabajo y su casa y se quedó en la calle. Sin ayudas ni subsidios, en enero decidió pedir la Renta Mínima de Inserción.

Ocho meses después se la concedieron. Durante ese tiempo miraron su solicitud con lupa y sobrevivir se hizo cada vez más complicado.

Su caso es uno de muchos. En tan solo cuatro años las solicitudes para esta prestación han aumentado en Madrid en un 350%. También el tiempo de espera para recibirla.

Hassan la pidió hace más de un año y, de momento, nada. La Comunidad de Madrid asegura que el retraso se debe a que el 90% de los formularios no están bien cumplimentados. Para algunas ONG's solo son trabas disuasorias.

Es una situación dramática. En 2014, otras 14.000 familias podrían solicitar esta ayuda, considerada un derecho por la propia ley. Solo 1.000 llegarán a recibirla.