Ocultando su rostro y armado con una pistola es la forma con la que el atracador obliga al empleado a entrar en el interior de la tienda, también al cliente que reposta gasolina fuera. Sin dejar de apuntarles con el arma, les hace pasar detrás del mostrador y les obliga a darle todo el dinero. Después, el asaltante sale tranquilamente del local.

En otro robo, con la misma indumentaria, aparece corriendo y lleva un cuchillo de grandes dimensiones. Cuando el trabajador de la gasolinera le ve, corre a encerrarse en una habitación. El atracador, un hombre de 29 años que ya ha sido detenido, aprovecha, salta el mostrador y se lleva la caja entera.

"Iba a la gasolinera y siempre iba armado o bien con un cuchillo o bien con una pistola simulada", comenta un Guardia Civil.

En otras imágenes, se ha permitido detener a un grupo organizado que también cometía robos con intimidación. En una de ellas, vemos como dos de los asaltantes, que esconden su rostro con pasamontañas, obligan al empleado de una gasolinera a darles la recaudación del día.

Los detenidos, tres hombres y una mujer de entre 19 y 21 años, primero sustraían los vehículos con los que se desplazaban al lugar de los atracos. Están acusados de participar en cuatro robos en establecimientos comerciales.