Tras dos años de espera, la Semana Santa volverá a celebrarse con normalidad, salvo por la obligación de llevar mascarillas en los interiores. Sin embargo, algunas hermandades están preocupadas por la falta de costaleros para las tradicionales procesiones.

En la Hermandad de Nerva (Huelva), que aparece en este vídeo, ultiman los preparativos para la salida del Jueves Santo, pero, a tan solo unos días de la celebración de la procesión, faltan costaleros. Así lo asegura Rocío Domínguez, Hermana Mayor Hermandad del Gran Poder de Nerva (Huelva): "Tenemos a nuestro Señor del Gran Poder sin costaleros", lamenta la representante.

Y no es la primera vez que esperan un milagro. Ya en 2019, antes del paréntesis de la pandemia, pudieron salir gracias a un gesto solidario: "Una donación en la que nos pusieron 40 costaleros, más los nuestros", recuerda Rocío.

La falta de costaleros está afectando cada vez a más hermandades, sobre todo, de pequeños municipios como Nerva. Aquí, sus vecinos tienen claro los motivos, como que "la gente joven no quiere saber nada de los temas de santos", tal y como afirma una mujer. Por eso, faltan entre 38 y 40 costaleros para que el paso de Nerva pueda procesionar el Jueves Santo.

Incluso los pocos costaleros que todavía salen saben que la situación es muy complicada, ya que "los jóvenes no están dispuestos a seguir estas tradiciones y la gente mayor se van cansando", señala uno de ellos.

En otra hermandad de la provincia de Cádiz (Rota), hace solo unas horas que han conseguido completar las cuadrillas con lo justo. Sergio Laynez, capataz de la Hermandad del Amor en Rota. (Cádiz), espera que nadie dé positivo, ya que sería un problema al no contar con suplentes.

Temen que la historia se repita año tras y año, y que incluso tengan que pagar a los costaleros para sacar sus pasos a la calle. En este sentido, el capataz de la Hermandad Rota asegura que no le sorprendería que "se busquen costaleros como se buscan camareros en una feria". "Se tendrá que pagar un poco, algo que no queremos que llegue a pasar", expresa.

La marcha de los jóvenes, la falta de interés o el miedo a la pandemia son letales para mantener estas tradiciones.