En el vídeo se ve como un bebé cae al agua de la piscina boca abajo y, en cuestión de segundos, es capaz de darse la vuelta y flotar durante un largo tiempo.

La idea de estas clases surgió cuando el fundador, el doctor Barnnet, trabajaba de socorrista y un niño se ahogó en su piscina. Ese hecho le marcó y se prometió hacer todo lo posible para que no volviese a pasar. Empezó a investigar y observó cómo respondían los pequeños al haberles enseñado varias técnicas.

Las clases van dirigidas a niños desde seis meses a seis años. Allí se enseñan habilidades específicas de auto rescate acuático. "Cada lección está hecha a la medida de las necesidades de su hijo, considerando los resultados de una evaluación médica inicial", exponen en su página web. Hasta la fecha, ISR ha documentado 789 casos de niños que han utilizado las técnicas de ISR para salvarse en un accidente.