De unas manos a otras, el movimiento solidario en Cádiz no tiene ni un segundo de descanso. Cualquier ayuda es necesaria para servir un plato o traer una manta. Más de 1.000 personas rescatadas en pateras continúan acogidos en varios pabellones de toda la provincia. En San Roque han pasado la noche unos 200 migrantes, y el goteo de bolsas llenas de humildad no cesa.

Cada uno aporta lo poco que puede. Los vecinos cuentan que han comprado leche, zumos e incluso productos para los menores. Se realizan cadenas humanas en Los Barrios, donde una parroquia se ha transformado en un centro de logística que organiza la oleada de ropa y comida que trasladan hasta los puntos de acogida. Hasta las empresas se han volcado. En los buques de Algeciras no ha faltado menú ningún día gracias al restaurante de Juan Carlos, que ha contado como aportan "bolsas completas, con zumo, agua y fruta" .

Pero los pequeños pueblos pesqueros dicen que ya no pueden asumir más. "Hemos pasado a asumir el rol de lo que sería el estado", ha denunciado Miguel Molina Chamorro, alcalde de Barbate. Alberto, un vecino de la localidad, ha expresado su indignación en una carta dirigida a las administraciones en las que solicita ayuda. "Nos duele mucho, a la gente de Barbate, vernos así, porque somos un pueblo que no tiene recursos", ha señalado.

No ha podido contener su indignación. A través de Facebook ha hecho un llamamiento a las administraciones, solicitando ayuda. Una carta que ya se ha compartido más de 5.000 veces

Hasta las costas han llegado durante el martes otras 96 personas, en cinco pateras. El buque de Salvamento Marítimo María Zambrano anoche volvió a dar cobijo a otros 200 migrantes, las ONGS critican que durante casi una semana se esté utilizando como un CIE improvisado.