Concentración para condenar el asalto a un centro de menores de Castelldefels, pero sólo a unos metros otro grupo pedía lo contrario. Vecinos divididos por los menores migrantes. Un problema que, según los expertos, desborda a las instituciones.

Giyaur llegó solo a España con 12 años desde Bangladés. Los centros de acogida fueron su hogar, durante seis años tuvo tiempo de aprender el idioma y de formarse. A diferencia, explica, de los menores que llegan ahora a centros hacinados y sin recursos.

Cuando cumplen los 18 años, el Gobierno deja de tutelarlos y ellos abandonan los centros, pero no pueden trabajar porque no tienen permiso de trabajo.

Una situación de desamparo que las asociaciones tratan de evitar con programas de emancipación. No quieren que caigan en las redes que les ofrecen protección y dinero fácil.