Cada vez son más los centros hípicos españoles que ven paralizada su actividad por la rinoneumonitis, un virus que afecta a los caballos y que se contagia por el aire y por contacto.
David Panareda, Gerente de la hípica Can Vila, explica que toda la competición a nivel europeo se ha paralizado, todos los transportes se han paralizado, todas las salidas al campo y excursiones se han paralizado. En definitiva, el virus ha puesto en pausa a toda la actividad equina, lo que estiman que supondrá una pérdida de ingresos del 50%.
En Cataluña se han detectado 14 casos positivos de este virus y un caballo ha tenido que ser sacrificado. La enfermedad, muy contagiosa, puede provocar en equinos desde resfriados, con fiebre y mucosidad, pasando por abortos en yeguas gestantes.
Pero lo que preocupa son afectaciones neurológicas que han aumentado un 20%. Esto supone en los animales una inflamación del sistema nervioso, lo que termina provocando descoordinación, falta de fuerza, y los caballos pueden quedar postrados.
Por ello, la rinoneumonitis ha obligado a las hípicas a extremar las precauciones. En el último mes en los centro se ha intensificado la desinfección de las cuadras, no entran ni salen caballos, y así logran mantener a raya al virus.
Pasadas varias semanas de aislamiento, el brote parece controlado y la Real Federación hípica española tiene previsto levantar la suspensión a finales de este mes de marzo.
Otro gasto más
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