Eran las dos de la madrugada del viernes al sábado cuando sus amigos la vieron por vida con última vez. Tras haber salido de fiesta, Samantha se subía a un coche negro pensando que era su Uber, pero no era el vehículo que había solicitado.

La joven nunca regresó a casa y su compañera alertó de su desaparición. 24 horas después, unos cazadores hallaron su cadáver en un bosque a las afueras de Columbia, en Estados Unidos.

Rápidamente y gracias a este vídeo, la Policía identificó el vehículo y a su conductor, Nathaniel Rowland. Tras darle el alto, el sospechoso huyó pero finalmente fue apresado por las autoridades.

Los agentes hallaron dentro del turismo restos de sangre, productos de limpieza y un teléfono móvil. "El análisis concluyó que la sangre hallada en vehículo del sospechoso era de la víctima. También se halló su teléfono móvil", explica uno de los agentes que investiga lo ocurrido.

El coche, además, tenía activado el cierre de seguridad para niños por lo que la víctima no pudo escapar. El detenido ya ha sido acusado de secuestro y asesinato.

Una trágica muerte que ha conmocionado a sus seres queridos, que esperan que se haga justicia. "Publico esto con tremenda tristeza y el corazón roto. Echaré de menos y amaré a mi niña el resto de mi vida", ha escrito el padre de la joven en Facebook.