La Policía ha identificado al delincuente como Roberto Arroyo, de 33 años, gracias al vídeo grabado por las cámaras de seguridad del chalet familiar de California, en EEUU. De momento no lo han localizado y se ha pedido la colaboración para dar con su paradero.

Los padres de la familia se encontraban fuera de la casa durante el extraño suceso pero sus hijos se encontraban dentro durmiendo. Fueron alertados de la situación gracias a las múltiples alertas de seguridad que saltaron por notar movimientos cerca de la puerta principal.

La familia ahora se lo toma con humor por lo surrealista del suceso ya que, según apunta el padre, "te ríes porque técnicamente no hizo nada". También contó que limpiaron bien las puertas tras el incidente. Las autoridades piensan que el hombre también visitó la casa de un vecino.