Cuatro hombres expectantes y otro al volante, se preparan para un golpe brutal. El todoterreno embiste y logra romper parte de la puerta metálica de una casa de apuestas. Son las 5 de la mañana en pleno centro de Madrid, pero no dudan en sacar una cuerda para darle al cierre la puntilla final.

Ya tienen casi su objetivo, la caja registradora, cuando la Policía se les echa encima. Empieza la persecución, disparos incluidos y logran huir sin botín.

El dueño cuenta que le va a costar reparar los daños unos 15.000 euros que no tiene: "Estoy recién operado y con esto siento importancia". Difícil aguantar, sobre todo, porque es la segunda vez en menos de siete meses que a este empresario le intentan reventar la puerta con un todoterreno.