La pandemia ha colapsado los Juzgados de lo Social. Los tribunales específicos que revisan causas laborales están sufriendo una sobrecarga más allá de la habitual debido a los despidos y los ERTE durante la pandemia. Tanto es así que algunos juicios se están retrasando hasta 2023 o más adelante.
Es el caso de Antonio de la Rosa. El año pasado denunció a su empresa por acoso laboral, ya que lo colocaron en un puesto de categoría inferior, lo que considera discriminación. Sin embargo, su juicio no tendrá lugar hasta febrero de 2023: dos años más yendo a trabajar sin resolver su situación.
"Yo esperaba que esto no se produjera", asegura a los micrófonos de laSexta. "Si la justicia se retrasa, poca justicia hay".
Los principales perjudicados son los trabajadores: la perspectiva de que sus casos se retrasen durante años hacen que algunos trabajadores obtengan indemnizaciones de prácticamente la mitad de la cuantía que conseguirían en los juzgados. Litigar durante años les quita las ganas de pelear.
"En procedimientos de despido siempre intentamos conciliar porque, si no, al final nos vemos abocados a un plazo irrisorio, casi en 2025", apunta Álvaro Benítez, director de un bufete de juristas laboralistas.
A Antonio Navarro le cambiaron de puesto sin previo aviso y, cuando pidió explicaciones, le sancionaron con falta grave. La resolución de su caso se retrasa hasta 2023.
"Tenía ganas de limpiar mi expediente y mi honor y me encuentro que la sentencia sale en 2023", explica. "Se podría dar la paradoja de que suceda casi a las puertas de la jubilación", apunta.
Los jueces señalan que el volumen de trabajo es inmenso para los pocos magistrados que hay. En el caso de Sevilla, hay juicios que se están programando para 2025. El juez Rafael Martín lo denuncia: "Hay una sobrecarga, con señalamientos que se alargan durante muchos años". Y pide que se creen más unidades judiciales en Sevilla.