Pagar más por las cajetillas de tabaco. Es la única solución para terminar con el consumo del tabaco, según los expertos.
En España una cajetilla cuesta de media cinco euros y esto es lo que cuesta en otros países: la cajetilla más cara del mundo está en Australia allí pagan 18 euros y aquí en Europa entre 12 y ocho.
La respuesta en el consumo ante la subida de precios ha sido inmediata. En países como Francia más de un millón de fumadores han dejado el hábito.
Desde la OMS, Roberto Iglesias, del departamento de Prevención de Enfermedades, apunta que "habría que subir el precio del tabaco en España porque estamos por debajo de la media".
En Reino Unido ha dado un paso más y, además de aumentar el precio, las ha rediseñado. Su tono, entre verde y marrón, está catalogado como el color más feo.
El gobierno Inglés lo eligió a conciencia para sus cajetillas. El objetivo es mostrar rechazo. Además, el diseño es genérico para todas las marcas que solo podrán poner su nombre en un pequeño espacio, en la parte inferior.
Medidas muy distintas a las que tenemos en España. Sanidad se centra en cumplir la ley que ya existe. También estudian financiar tratamientos antitabaco. Para los expertos son parches y recuerdan que la única solución es hacer que el tabaco sea inaccesible.