Las nevadas obligan a los vehículos a usar cadenas para poder circular por carreteras secundarias de la cordillera cantábrica, donde la cota de nieve baja a los 900 metros.

La fuerte ventisca complica la visibilidad para conducir por lo que la DGT pide mucha precaución al volante.

Al mismo tiempo, las nevadas han permitido la apertura de dos estaciones de esquí en el Sistema Central.