También los menores sufren acoso escolar por su orientación sexual o su identidad de género. Así lo demuestra el último informe de la defensora del pueblo en Galicia. "Los datos que tenemos en esta institución en relación al acoso es que aproximadamente la mitad de los problemas de acoso son de carácter homofóbico", explica Milagros Otero, defensora del Pueblo en Galicia.

Rubén, vocal de delitos de odio de Arcópoli lo sufrió cuando era niño: "Eran insultos constantes, yo tenía miedo de salir a las cinco de la tarde cuando acababan las clases". Raquel también lo vivió con su hija, una menor trans de 10 años: "Lo ha pasado mal, se han metido con ella, la han agredido, la han insultado".

Ahora es Carmen, es ella y es feliz, dice su madre. El apoyo de su colegio ha sido fundamental, pero el problema es que el bullying homofóbico está invisibilizado en las escuelas. Cuesta detectarlo y ayudar, según el observatorio contra la homofobia. "Necesitamos ojos en las escuelas que interpreten que se está produciendo violencia por homofobia", explica Eugeni Rodríguez, presidente del Observatorio contra la Homofobia.

Además denuncian lo arraigado que está el lenguaje homofóbico en los colegios catalanes, donde ocho de cada diez menores reconocen haber oído insultos. Y esto, dicen, hay que erradicarlo por completo.