A Miguel lo encontraron
solo, boca abajo, tendido en el suelo y con un fuerte golpe en la cabeza. "La médico me dijo, 'en estos momentos tiene casi muerte cerebral, no tiene signos vitales y hay
que operar'", apunta María Eugenia Chancara, madre de la víctima.
Sobre las tres de la
mañana Miguel salió de un bar en San Sebastián de los Reyes para telefonear a
su novia. Minutos después, el joven, de solo 20 años, apareció a unos 200
metros del local, con un golpe seco en la cabeza, probablemente de un bate de
béisbol o un objeto metálico.
Las primeras
investigaciones han descartado el robo. "Su móvil
estaba al lado suyo, sus gafas y todos sus documentos", señala su madre.
Han pasado nueve días:
nadie vio nada y las cámaras no han aportado pistas lo que deja a la familia desesperada
por que el agresor o agresores siguen libres. "Si alguien vio algo, si alguien
escuchó algo que llamen a la Policía", pide Chancara.