Con sólo nueve meses, la bebé Millie murió en el hospital después de atragantarse en la guardería. A partir de entonces su madre comenzó a hacerse muchas preguntas sobre la seguridad en este tipo de centros.
Con la ayuda de su pareja, la madre puso en marcha una iniciativa en Internet con el objetivo de exigir más personal cualificado en las guarderías que permita actuar en situaciones de emergencias. Consiguieron miles de firmas e hicieron que gracias a suy empeño, el asunto llegara hasta las autoridades de Reino Unido.
Como Joanne no podía dormir, pasaba las noches en las redes sociales, tiempo que le llevó a contactar con una pareja de Nueva Zelanda que también había perdido a su bebé en circunstancias similares. Joanna y su pareja viajaron para conocerlos, el viaje les sirvió para seguir con su lucha con más fuerza y, además, al volver, se dieron cuenta de que estaban esperando un bebé. Además, más tarde llegó otro niño.
Poco después nació 'Millie's Mark', que se encarga, con objetivo sociales, de formar a padres y trabajadores de guardería. Joanne cuenta de que comprobaron que la falta de seguridad era más común de lo que pensaban: "Nos dimos cuenta de que era un gran problema en el Reino Unido".
'Millie's Mark' trabaja con guarderías que tienen que pasar por un proceso de auditoría y evaluación de riesgos y también se encargan de llevar controles al azar para evaluar los centros.
"No quiero que otro padre o hijo tenga que pasar por eso", confiesa Joanne.
La iniciativa permite que los padres pueden consultar qué centros cuentan con el visto bueno de' Millie's Mark' en función de su localización introduciendo su código postal. Por el momento, al menos 400 guarderías de Reino Unido cuentan con el visto bueno y 1.300 profesionales se han beneficiado de los programas.
Todo con el objetivo de que tragedias como la de Millie no vuelvan a repetirse.
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