Unos treinta testigos declararán en la Audiencia de Lleida en el juicio contra los padres de Nadia, acusados de presunta estafa al recaudar dinero para tratar a su hija de una enfermedad rara argumentando que tenía que ser operada en EEUU a sabiendas de que no era cierto.
El juicio al padre, Fernando Blanco, que está en prisión provisional y a la madre, Margarita Garau, que vive en las Islas Baleares, acusados de presunta estafa al recaudar dinero para tratar la niña de tricotiodistrofia, se celebrará en la Audiencia de Lleida los próximos días 2, 3 y 4 de octubre.
En su escrito de acusación, la Fiscalía pide seis años de cárcel para la madre y lo mismo para el padre por presuntamente estafar a los donantes que aportaron dinero para tratamientos de la menor de la que decían que estaba en peligro de muerte.
La Fiscalía sostiene que los acusados, "con ánimo de obtener un lucro patrimonial ilícito", cuando la niña tenía cinco años, en 2009, crearon la Asociación para la Tricotiodistrofia en Baleares, con el pretexto de recaudar fondos para el tratamiento de la enfermedad, siendo su verdadera intención destinar el dinero a su propio consumo y ocio.
La niña, que vivía con sus padres en Fígols (Lleida) vive con una tía materna en Binissalem (Islas Baleares), municipio al que se trasladó en diciembre de 2016 cuando el juzgado dictó prisión provisional para su padre y libertad con cargos para su madre, que perdió su custodia y puede verla los sábados y los domingos.
El padre fue detenido en diciembre en la Seu d'Urgell (Lleida) huyendo de un control policial en la comarca de la Cerdanya, durante un operativo que los Mossos d'Esquadra había activado ante su riesgo de fuga y al ser arrestado le encontraron una pistola de fogueo.
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