Aunque es Navidad, las ventas se hacen un poco cuesta arriba para José. Su tienda está en Val do Dubra, donde cada vez vive menos gente y eso se nota en la caja. "La población más joven se va, y muchos comerciantes no pueden aguantar", asegura el vendedor.

Galicia es precisamente una de las comunidades donde más ha caído el número de autónomos desde 2015. Junto a ella, País Vasco, Cantabria, Asturias, La Rioja y Castilla y León. "Los hijos tienen otros conceptos de vida y se van", asegura un vecino. Ese "otro concepto de vida" del que habla ha convertido a Ourense, Palencia, Burgos y Huesca en las provincias peor paradas.

Se pierden 23 pequeños comercios al día

Aunque el reto para las tiendas no solo es la despoblación. Gregorio lleva 38 años con la suya, está a punto de jubilarse y solo uno de sus cinco hijos cogerá el testigo. "Si esto va a menos habrá que pensar en algo, porque no se puede pensar que vaya a ir a mejor", reconoce.

Solo Málaga y Santa Cruz de Tenerife han mejorado en número de autónomos, al mismo tiempo que de media, en España, en los últimos cuatro años se han ido perdiendo 23 pequeños comercios al día.

En 2020, el de Manuel será uno de los que eche el cierre para siempre. "Prefiero cerrar que malvender las cosas. Cuesta mucho salir adelante, pagar el local, a los proveedores... Da mucha pena que cierre pero de la pena no se vive", lamenta el tendero.

Según la federación nacional ATA, las dificultades que golpean al pequeño comercio están provocando un gran recorte en el número de autónomos. Así también lo piensa Isabel, que regenta una tienda de telas: "El pequeño comercio estamos un poco abandonados, además, las grandes superficies nos han hecho polvo".

En solo cuatro años la cifra de autónomos ha caído en España en más de 33.000 personas.