Limpiar el campo antes del verano es esencial para prevenir incendios. Las lluvias generan mucha vegetación que luego se seca con el calor.
Todos los restos secos son combustible forestal que avivan el fuego en caso de incendio. Por ello, los técnicos trabajan eliminándolos. Un técnico explica que "hay que cuidar las zonas con mucha densidad de vegetación, ya que hay árboles que incluso han cedido por el peso de la nieve".
Los cortafuegos son uno de los principales métodos de prevención, y consisten en "quitar la maleza a ambos lados del camino unos dos metros para que se rompa la continuidad en caso de incendio", según explica el forestal Rogelio Iglesias. Además, hay que eliminar los árboles que están muy pegados para que el fuego no se propague a través de las copas.
Algunos de los técnicos apuntan que es mas importante la prevención, a pesar de que muchas veces las administraciones dedican más esfuerzo a la extinción. Juan Angel comenta que "si no prevenimos la masa vamos a tener mucho, mucho riesgo de que haya un incendio que arrase con todo".
El año pasado fue uno de los peores en siniestralidad e incendios de la última década. Y un dato que llama la atención, en 2017 hubo 56 incendios que afectaron a mas de 500 hectáreas, 34 más que en 2016.
La sequía y las altas temperaturas, que aumentarán en el futuro, avivaron muchos de ellos. Por ello, todas las acciones de prevención son tan importantes para proteger nuestros bosques.