En el vídeo que grabó una cámara de seguridad se observa como el pequeño decide cruzar la calle sin mirar primero si había coches en los alrededores. Un coche que circulaba a gran velocidad se encuentra al menor a su paso y, centímetros antes de llegar a él, consigue desviar el vehículo para no atropellarlo.
Con un volantazo, el conductor logró evitar una tragedia asegurada. Tras caer al suelo, el niño se levantó y, limpiándose el brazo, no daba crédito a lo que le había sucedido.
Dos automovilistas acudieron al lugar para comprobar que el menor se encontraba bien y abrazarlo al ver que había sobrevivido sin ninguna herida.