Hayley y su perro Marley están dando la vuelta al mundo gracias a su conmovedora historia. Ella es una joven australiana de 19 años que padece autismo, una enfermedad que le ha hecho conocer a su mejor amigo: Marley, un border collie de dos años que le ha ayudado a ser "independiente".

El detonante de su fama ha sido un vídeo que circula por Internet -que puedes ver sobre estas líneas- y que no ha tardado en hacerse viral. En las imágenes se ve a Hayley sufriendo uno de sus episodios de pánico y a su compañero ayudándole a superarlo evitando que se haga daño. El animal ha sido entrenado para intervenir "durante ataques de pánico, sobrecargas sensoriales y cualquier otra crisis", explica Hayley a laSexta.com

Según cuenta la joven, debido a su patología hay días que no puede salir de su habitación o incluso de su casa. Por ejemplo, cuando tiene que ir a una tienda a veces se agobia y se viene abajo mentalmente, y en esos momentos Marley la lleva hasta "un lugar seguro".

Además del autismo, la chica residente en Sídney padece una enfermedad crónica llamada endometriosis, por la que sufre mareos y dolores muy fuertes casi a diario. Un día a día que se le hace más fácil gracias a que su perro es capaz de detectar sus crisis incluso antes de que a ella le afecten, alertando así a su dueña. "Vendrá y me dará un codazo hasta que lo escuche y me ponga cómoda o tome la medicación", explica. Se trata de una de las 10 tareas diferentes que él ha aprendido para ayudarla con su autismo y su enfermedad crónica.

La capacidad de Marley para tranquilizar, ayudar y alertar a Hayley es lo que ha hecho que su historia haya dado la vuelta al mundo. La idea de grabar su crisis, cuenta la chica, tenía simplemente como objetivo mostrar a su familia y amigos cómo su mascota le hace la vida más fácil. También decidió compartir el clip en un grupo de perros en Facebook para que la gente tomara conciencia de lo que son capaces estos animales.

El clip, que se ha viralizado en redes sociales, no solo ha llevado a la fama a Hayley, también a la mascota, cuya cuenta en Instagram supera ya los 7.200 seguidores. Y, en parte, la recompensa es justa, pues fue gracias al perro que Hayley pudo grabar el vídeo: él la avisó de la crisis que iba a tener y ella pudo poner el móvil a grabar.

"Definitivamente es raro ver que me he vuelto viral", confiesa la joven, que se muestra extrañada de que "un ataque de pánico se vuelva viral en Internet...", a la vez que reconoce la satisfacción que siente al demostrar la ayuda que prestan los perros a las personas con autismo: "es algo realmente especial", concluye.