Durante una misión para combatir las redes de tráfico de droga en el litoral Pacífico centroamericano, un grupo de la Guardia Costera encontró durante su última fase operativa el alijo de cocaína con la tortuga marina enredada entre las cuerdas que unían los fardos.

En total había 26 fardos que sumaban 800 kilogramos. Todo esto por un valor de 53 millones de dólares en el mercado negro. La Guardia Costera cree que el alijo fue lanzado por la borda de una lancha por narcotraficantes durante una persecución.

Los agentes, con mucho cuidado para no dañar al animal, consiguieron liberarla. Por las marcas que presentaba en el cuello, creen que pudo estar al menos un par de días presa.