La Guardia Civil de Alicante investiga a siete personas por su presunta implicación en un delito relativo a la protección de flora, fauna y animales domésticos por tráfico de especies, así como otros delitos de falsedad documental por mantener criaderos ilegales con hasta 138 especies de reptiles y tortugas, algunas en peligro de extinción.
El Servicio de Protección a la Naturaleza, Seprona, de la Guardia Civil de Alicante, ha desarrollado la operación 'Motleyali' relacionada con el tráfico de especies protegidas de fauna silvestre, ha informado la Comandancia en un comunicado.
Esta operación se inició tras la localización, en una partida rural de Alicante, de un criadero clandestino con 40 reptiles de distintas especies protegidas. Todos estos ejemplares quedaron intervenidos cautelarmente hasta que se pudiera verificar el origen legal de los mismos.
Después de esta primera actuación, la Guardia Civil continuó con la investigación y obtuvo numerosa información que le permitió llegar hasta la localización de dos comercios dedicados a la venta de animales de compañía, especialmente reptiles, uno en la provincia de Alicante y otro en la provincia de Valencia.
En Alicante, llegaron a incautar 93 reptiles y cinco ejemplares de tortuga (cuatro tortugas mora y un galápago leproso, ambas especies en peligro de extinción), de las que no se pudo acreditar su lícita procedencia.
De los documentos privados, mercantiles y certificados veterinarios analizados, los agentes concluyeron que algunos de ellos eran falsos, debido a las numerosas contradicciones en fechas de emisión y nacimiento de los animales, certificados correspondientes a otras especies y, en algún caso, certificando el nacimiento de reptiles de parentales sin que se determinara su existencia.
En otras ocasiones, el Seprona de Alicante tuvo que recurrir a la colaboración de países como Bélgica, Portugal, Países Bajos, Hungría y República Checa, para poder verificar el posible origen de esas especies, así como a otras localidades españolas como Madrid, Valencia o Girona.
Esta operación ha concluido con la investigación de siete personas y la identificación de otras cinco, por su presunta implicación en un delito de tráfico de especies, tipificado como delito relativo a la protección de flora, fauna y animales domésticos, así como varios delitos de falsedad documental.
La Patrulla del Seprona de la Guardia Civil de Alicante, ha desarrollado esta operación con la colaboración del Soivre (Servicio oficial de Inspección, Vigilancia y Regulación de las Exportaciones), el Ministerio de Transición Ecológica y Europol, con la finalidad de luchar contra "este negocio criminal que mueve más de ochenta millones de euros al año".