Los investigadores buscan el arma con la que podrían haber matado a los dos niños de Godella. Se centran en las inmediaciones de la zona donde fueron enterrados.

Agentes a pie y también buzos que han inspeccionando alguno de los pozos, ante la posibilidad de que el arma pudiese estar en el fondo. El rastreo está siendo en las inmediaciones de la casa donde vivía la familia y donde María, la madre de los pequeños, fue encontrada ensangrentada y escondida en un bidón.

La madre de los niños sufrió un nuevo brote psicótico en la cárcel. La detenida se negó a entrar en su celda gritando continuamnete que quería ver a sus hijos. "Daba puñetazos y mordiscos a los compañeros, tuvieron que pedir refuerzos", explica Jorge Vilas, sindicato CSI-F Prisión de Picassent.

Hasta ahora, María no había mencionado a sus hijos y su estado era de una frialdad que estremecía. La mujer está dentro del protocolo antisucidios, debe estar acompañada las 24 horas del día y duerme en la celda con dos presos de confianza.