Los tres españoles arrollados por un alud en Suiza formaban parte de un grupo que estaba realizando esquí de travesía en dirección a la estación suiza de Fiescheralp, muy popular entre quienes visitan el país para realizar deportes de nieve.
En el momento en el que les sorprendió un alud, estaban a 2.500 metros de altura. Fue otro grupo quien se percató de lo que estaba ocurriendo y avisó a la Policía y a los equipos de Emergencia.
Uno de los fallecidos es Román Bascuñana, un guía de alta montaña con mucha experiencia. Desde este invierno vivía en los Alpes franceses y conocía bien la zona en la que se produjo el alud.
El grupo de españoles llevaba aparatos que les permitían ser detectados en caso de avalanchas. Eso fue lo que permitió encontrar a los dos heridos, que fueron trasladados al hospital en helicóptero. Un rescate complicado por las malas condiciones meteorológicas que había en la zona. La búsqueda, de hecho, tuvo que suspenderse por la falta de visibilidad.
La Fiscalía ya ha abierto una investigación para aclarar lo sucedido porque la Policía había advertido dos días antes del riesgo de aludes, especialmente en alturas superiores a los 2.000 metros.