Día a día estamos expuestos a ruidos muy altos y durante mucho tiempo. Actualmente en España hay más de un millón de personas con pérdida auditiva, una cifra que según la OMS podría dispararse y afectar a un 10% de la población en 2050 si no se adoptan medidas preventivas.

Si hasta ahora esta afección afectaba principalmente a las personas mayores de 65 años, la tendencia está cambiando y ahora cada vez son más los jóvenes de entre 12 y 35 años que sufren pérdidas auditivas debido, sobre todo, a su constante exposición al ruido tanto en su rutina diaria como de ocio.

El uso continuado de auriculares o la exposición en discotecas y bares de música con un sonido elevado -siendo 100dB el nivel medio de una discoteca cuando científicamente el nivel recomendado es de 85dB durante 8 horas y 100dB no más de 15 minutos- son los principales potenciadores de futuros problemas auditivos a corto plazo, pero no los únicos.

La mala alimentación y el uso de medicamentos también pueden alterar nuestra capacidad auditiva, así como el tabaco: los fumadores tienen hasta un 60% más de probabilidades de tener problemas auditivos que los no fumadores. Por eso, los especialistas recomiendan comer bien, no automedicarnos, controlar los ruidos y acudir a nuestro médico siempre ante el primer síntoma. De hecho, el 60% de los casos de pérdida de audición pueden evitarse si se hacen revisiones y se acude a un centro especializado.

Unas medidas que podrían evitar lo que advierte la OMS en su último Informe de Sordera y Pérdida de la Audición, que en 30 años el número de personas en el mundo con algún tipo de problema auditivo supere los 900 millones.