La ermita de San Ambrosio, en Cádiz, se acabó de rehabilitar en 2004. Ahora, la hierba se ha comido todo las obras de mantenimiento que hizo una Escuela Taller. Esta basílica Paleocristiana del siglo VII consiguió así recuperar todo su esplendor, pero 12 años después no quedan ni las vallas que la rodeaban.

"Se están llevando la estructura y vamos a tener el mismo peligro, que se caigan los arcos", explica Paloma Bueno, arqueóloga y encargada de la Escuela Taller.

Ahora abandonada, ni sus propietarios la Diócesis de Cádiz, ni el Ayuntamiento de Barbate, ni la Junta tienen un plan a corto plazo para conservarla. Aunque el Ayuntamiento está dispuesto a colaborar desde el primer momento con la Iglesia.

"Han valorado la posibilidad de sacar una licitación o algo para un camping o albergue que le de cobertura a tener posibilidades a invertir ese dinero en la rehabilitación" cuenta Miguel Molina, alcalde de Barbate.

La agrupación '¡Salvemos BIC San Antonio!' lucha por conservar la historia de esta joya visigoda que además esta construida sobre una villa romana. "Dándole tipos de uso cultural se le podría dar más vida", comenta Andrés, miembro de la agrupación.

Y el municipio de Barbate también quiere recuperarla y acabar con el vandalismo que sufre. Porque si hace años fue posible ahora no debería costar tanto trabajo.