La empresa 'Impossible Food' crea una hamburguesa que chisporrotea como la carne y sobre todo, sangra igual que la carne. Pero no lo es.

La clave de esta hamburguesa no carnívora es esta sangre vegetal. Contiene una molécula presente en la hemoglobina, la que le da a la carne su sabor y olor. Pero ellos no la sacan de la sangre animal, sino que la producen en el laboratorio a partir de plantas.

Las ventajas son que esta hamburguesa sabe más a carne y contamina mucho menos, no hay que criar vacas. Según dicen, con una hamburguesa ahorran el agua equivalente a 10 minutos de ducha o el humo de 30 kilómetros conduciendo.

Como inconvenientes, nutricionalmente tiene menos hierro, menos vitaminas, y su seguridad es una incógnita. La Agencia de Control Alimentario de Estados Unidos le ha dado el visto bueno, pero "eso no significa que sea sano ni saludable" según María Ángeles López Marín, directora del centro médico Rusiñol, que explica, además, que "para saber las repercusiones que puede tener este producto habría que esperar un par de años porque es totalmente sintético".

Para juzgar su sabor habrá que esperar porque aún no se vende en Europa.