La ONG española 'Ruta de la luz' lleva dos años trabajando en un centro gubernamental en la comunidad de Kabanga. En él hay más de 300 niños; entre ellos, muchos albinos con graves problemas visuales, como el nistagmus o la fotofobia.

"Imagina una vida de deslumbramiento constante, pues eso les ocurre a los niños con albinismo", explica Arturo Casas Fuster, cooperante de la fundación 'Ruta de la Luz'.

Son menores que nacen sin pigmento en la piel, pelo y ojos. Su visión es un 5% de lo que puede ver un sujeto normal, y las gafas son para ellos lo más parecido a una nueva vida.

"Muchos de estos niños sin una ayuda visual no pueden aprender a leer o escribir, es decir, estudiar; la mayoría está ya con un algo riesgo de exclusión", concluye Casas Fuster.

Pero el sol no es el único verdugo para los albinos en África. En ellos todavía perdura la creencia de que sus cuerpos tienen propiedades mágicas, y por ello, les secuestran, les cortan utilizan sus trozos para rituales mágicos. En el mercado negro se puede llegar a pagar más de 65.000 euros por brazos, piernas, cuellos y hasta cabello de un "negro-blanco".