Orgullosos, así entraban personas LGTBI a la catedral para defender que lo suyo no es una enfermedad, un gesto de liturgiofobia para la Conferencia Episcopal.

"Aquí hay un equívoco que tiene que ver con la expresión 'curar'", ha dicho Luis Argüello, portavoz de la Conferencia Episcopal. Predicando con el ejemplo, el de pedir disculpas, aunque a medias.

Se amparan en la ley de libertad religiosa para defender lo que llaman "terapias de acompañamiento". "La Iglesia puede acoger y acompañar a quien libremente se acerque a ella", añadía Argüello. Lo hacen después de que estallara el escándalo.

Esto era lo que una pseudoterapeuta del Obispado de Alcalá de Henares decía: "Tienes que hacer más ejercicio, tienes que dejar la pornografía, lo que tienes que empezar es a gobernarte a ti mismo".

Un periodista de eldiario.es se somete a una terapia ofrecida por el Obispado de Alcalá de Henares. La imparte una pseudoterapeuta que asegura: "Estoy ejerciendo un acto de LGTBIfobia cognitiva contigo. Yo te estoy intentando ayudar, pero yo sé que esto puede tener consecuencias".

Más Madrid lo ha denunciado. "Estamos ante un caso sistemático, estos cursos se llevan impartiendo años", ha dicho en ARV Eduardo Rubiño, candidato de Más Madrid a las autonómicas.

Facua y distintas asociaciones LGTBI se han sumado a la denuncia. "Estas terapias de reversión no sirven para absolutamente nada", sostiene Carlos Castaño, de la Comisión Ejecutiva FELGTBI.

Más testimonios cuentan las secuelas. "Muchas de las personas terminan siendo medicadas porque quieren bajar los impulsos. A mí sí que me medicaron", asegura un joven a la Cadena SER.

En el centro de la polémica, el obispo de Alcalá. No es la primera vez que saca del armario su postura. En abril de 2012 dijo en una celebración: "A veces los gays se prostituyen para comprobarlo. Os aseguro que van al infierno".

Si seguimos su trayectoria laboral, comprobamos que en cada diócesis donde ha estado, se han ofrecido estas terapias.

La Conferencia Episcopal ya ha reiterado su apoyo y afecto hacia el Obispo de Alcalá, promotor de estas terapias ilegales.